martes, 27 de agosto de 2013

Les estamos mandando un mensaje a las autoridades, advierte la CRAC

Chilpancingo, Gro., agosto 26 de 2013 (IRZA).- Medio centenar de integrantes de la Policía Comunitaria (PC) tomaron el ayuntamiento y protagonizaron un conato de violencia con un grupo de policías municipales a quienes les quitaron sus rifles R-15.

"Con esta acción le estamos mandando un mensaje a las autoridades para que cumpla los acuerdos que a través de sus funcionarios establecieron con nosotros en el sentido de que iban a liberar a nuestros compañeros detenidos por el Ejército Mexicano", aseveró el coordinador de este grupo de autodefensa civil, Gonzalo Molina González.

La semana pasada, el Ejército Mexicano detuvo a la coordinadora de la Comunitaria del municipio de Olinalá, Nestora Salgado y a otros 29 integrantes de este grupo en Tlatlaquitepec, del municipio de Atlixtac y Ayutla de los Libres.

Este fin de semana, el gobierno del estado, dejó en libertad a ocho de ellos. Nestora Salgado García, sigue presa en el penal de Tepic, Nayarit, acusada del delito de secuestro agravado, y el resto en las cárceles de Chilpancingo y Acapulco.

Durante el conato de violencia, el director de la Policía Municipal, Rubén Reyes Zepeda, un policía comunitario le dio un machetazo en la mano derecha y a su asesor le dieron varios “cachazos”.

Los comunitarios tiraron al piso a un policía a quien tras doblegarlo lo tiraron al piso para patearlo.

Durante la toma del edificio se vivieron momentos de tensión ya que tanto los policías comunitarios como los uniformados se apuntaron y a punto estuvieron de accionar sus armas. Incluso, los comunitarios se tiraron al piso de pecho tierra, en señal de ataque.

Personal administrativo que labora en el ayuntamiento salió corriendo del edificio y la gente que caminaba por la plaza, huía despavorida ante el temor de que iniciara la balacera.

Diez minutos antes de que arribaran al ayuntamiento los policías comunitarios, el alcalde Gustavo Alcaraz fue avisado de lo que iba a pasar y en forma intempestiva abandonó el edificio.

"Ahorita vengo, voy a la ciudad de México", les dijo a sus allegados sin avisarles lo que iba a pasar. El edil salió del Palacio y junto con sus guardaespaldas se subió a su camioneta y abandonó el lugar.

El síndico procurador, David Martínez Valadez y el asesor del ayuntamiento, Edgar Alcaraz, no los dejaron salir del edificio, sin embargo, ellos pudieron escapar por una puerta trasera.

El síndico no se fue a su casa, y para evitar ser detenido por la comunitaria se fue a esconder con un familiar que vive en la colonia Santa Cecilia.

A las 15 horas con 30 minutos, Gonzalo Molina y su gente, decidieron levantar el bloqueo de la entrada principal del ayuntamiento.

El líder del grupo de autodefensa reconoció que durante la toma del ayuntamiento hubo un momento en que la situación se salió de control ya que varios de sus comandantes se agarraron a golpes con los uniformados.

"Yo les voy a hacer un llamado a mis comandantes que guarden la disciplina porque el problema no es con los policías municipales sino contra el gobierno estatal que nos engañó nuevamente", señaló el líder de la PC.

Molina González advirtió que las protestas para exigir la libertad de sus compañeros van a continuar. Luego de que los policías comunitarios levantaron su protesta y se refugiaron en su cuartel en el barrio de El Fortín.

Por la tarde noche, Gonzalo Molina, escribió en su cuenta de Face que militares estaban acantonados cerca del Fortín y se preveía que entraran al barrio.

Efectivamente se comprobó que cerca de ese barrio, había dos y tanquetas militares y un retén de soldados en la gasolinera ubicada en la entrada de Tixtla. Sin embargo, no ocurrió nada.

Lo que sí se pudo constatar es de que elementos de la Policía Estatal tomaron el Ayuntamiento para evitar una nueva toma del edificio.


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