miércoles, 2 de octubre de 2013

Asegura Héctor Astudillo que él no dio licencias para zonas de riesgo

Chilpancingo, Gro., octubre 01 de 2013 (IRZA).- El ex alcalde de este municipio, Héctor Astudillo Flores, dijo estar dispuesto a que sus administraciones sea investigadas para detectar si autorizó licencias de construcción de fraccionamientos en zonas de riesgo.

“Por supuesto, estoy en la absoluta disposición que así sea”, afirmó este martes en entrevista el también diputado local del PRI.

Aunque adelantó: “No di ningún permiso a ningún fraccionamiento para que se construyeran casas habitación en el tiempo que he sido presidente municipal”.

Manifestó que el problema de Chilpancingo no surgió a raíz de los daños que causó la tormenta tropical “Manuel”, sino en la “histórica circunstancia en que se construyó a lado de un río, que robaron el espacio del rio. El río reclamó su espacio”.

Consideró que las actuales y próximas autoridades municipales “deben ser muy rígidas para no seguir permitiendo asentamientos porque Chilpancingo no sólo tiene problemas en los ríos sino en los cerros”.

“De la circunstancia que se vive es un momento importante para que todos los que tenemos responsabilidades hagamos algo para que el problema se resuelva de fondo”, añadió el legislador local.

Astudillo Flores aseguró que “la tragedia ya pasó (sic), los daños están controlados, ahora viene la reconstrucción, algunos se van a desesperar porque la reconstrucción no va a ser tan rápido como esperaban”.

Pues comentó que el crecimiento de la ciudad sigue siendo hacia la presa Cerrito Rico y no hacia el sur y recordó que durante su periodo como alcalde planteó la construcción de una presa antes de la presa.

Dijo que en este momento lo fundamental es un relanzamiento de la presa en el cual se incluyan trabajos de limpieza y desazolve para darle más profundidad y evitar nuevos acontecimientos como el de Manuel.

Aunque confirmó que la presa del Cerrito Rico tiene dueños y desde allí deben comenzar los trabajos para identificarlos y que esa zona sea controlada por el gobierno federal a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Cuestionado sobre el retroceso que causó el fenómeno climatológico en la infraestructura del municipio, Astudillo estimó un lapso de 30 años aunque consideró que las tecnologías facilitarán la reconstrucción en menor tiempo.

Pero precisó: “Los daños son incalculables en este momento, no hay manera de calcular cuánto va  costar la reconstrucción de Guerrero”, incluso mencionó que la contingencia le hizo perder el ritmo al gobierno federal.


“El gobierno se volcó en Guerrero y muchos programas que se plantearon originalmente se tuvieron que reacomodar como los de vivienda, de la Secretaría de Economía, de Trabajo y Previsión Social y Secretaría de Desarrollo Social”, dijo. 

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