Por José Luis Méndez Rodríguez
Una estupidez mayúscula, la ocurrencia de instrumentar una campaña medíatica como la emprendida por el gobierno de Guerrero, para "aliviar" la pulverizada imagen del gobernador Angel Aguirre Rivero, montando toda una representación telenovelesca con playeras incluidas, y denominandola cual hashtag de red social #Hastaencontrarlos.
Una burla abyecta, al pretender utilizar el dolor y la expectación general por la desaparición de los estudiantes normalistas, que hace palidecer la crítica sarcástica realizada en la más reciente película de Luis Estrada (La Dictadura Perfecta), donde se monta todo un circo publicitario pretextando la búsqueda de un par de gemelas desaparecidas, con el único propósito de distraer a la opinión pública de las tremendas corruptelas realizadas por un supuesto gobernador interpretado por Damián Alcazar.
La ocurrencia es vergonzante desde su misma concepción. Ver una situación así en pantalla, en pricipio provoca la risa pero termina por indignar. Pero observarlo en la realidad, frente a nosotros y sobre una problemática tan grave como lo es la desaparición de más de 40 jóvenes a manos de una autoridad establecida, pero sobre todo que esta misma sea una delincuencia conocida y tolerada, es difícil de asimiliar sin sentir asco y rabia. Por si la idea fuera poco, la realización es mucho peor, cuando se destina personal sin el menor conocimiento de los procedimientos de búsqueda e investigación, cuando cual campaña política se reproducen grafícas de la entrega de las camisetas sonriendo y la ridicula búsqueda casa por casa llevada a cabo por funcionarios que nunca caminan y menos se acercan a la gente.
Y por si algo faltaba, la difusión con bombo y platillo del "gran plan" para la localización de los jóvenes, mediante boletines de prensa, inserciones pagadas y la extensa cobertura que personeros e incondicionales del gobierno realizan destacando la "comprometida y total" actuación que se efectúa....Nuevamente se confirma, la realidad sobrepasa por mucho a la ficción..
toda la razón
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