jueves, 30 de octubre de 2014

El gobierno de Aguirre, cómplice de asesinos

Por José Luis Méndez Rodríguez

El secretario de gobernación Miguel Angel Osorio Chong, afirmó recientemente que habría advertido al gobernador con licencia Angel Aguirre, sobre la importancia de no permitir la evasión del entonces alcalde de Iguala José Luis Abarca, quien de acuerdo a lo señalado por Jesús Murillo Karam, procurador general de la República, es el responsable del asesinato de seis personas (tres normalistas, un jugador de los avispones, el chofer del camión del equipo y una señora), y la desaparición de 43 estudiantes de la Isidro Burgos de Ayotzinapa. Una acusación grave, ya que estamos observando la facilitación, desde el ejercicio público, para la evasión de la acción de la justicia ante la comisión de delitos también graves.

Sin embargo, esto no es un hecho aislado, lo que resulta en una agravante más de tales acciones, desde el primer momento lo señalamos, el gobierno estatal, desde la procuraduría de justicia encabezada por Iñaki Blanco y desde la gubernatura con Angel Aguirre, otorgaron todas las facilidades para que José Luis Abarca Velázquez junto con su familia, tuviesen el tiempo y el espacio necesario para escapar de cualquier acción legal que pudiese emprenderse en su contra.

¿Porqué podemos afirmar tal cosa? ¿Porqué no podría tratarse de un caso de extrema ingenuidad o falta de previsión? Porque no es la primera ocasión que el gobierno de Aguirre realizare un acto de esta naturaleza.

Hace unos años, dentro del mismo periodo de gobierno de Angel Aguirre Rivero, otro alcalde, Willy Reyes, en ese tiempo presidente municipal de Tlapa de Comonfort, presunto asesino intelectual del diputado priista Moisés Villanueva de la Luz, así como de su chofer Erick Estrada, logró fugarse, pese a existir en su contra una orden de aprehensión que esperó para ser cumplimentada un juicio de procedencia en el Congreso del Estado que nunca fue resuelto.

Independientemente de los argumentos que se han esgrimido acerca del móvil del homicidio y de quienes pudiesen estar implicados en el mismo, la realidad es que también a Willy Reyes, identificado plenamente como integrante del grupo político de Aguirre, se le otorgaron todas las facilidades, espacio y tiempo, para evitar ser detenido y ser sujeto de la acción de la justicia.


Ante ello, no solo se debe calificar el gobierno de Angel Aguirre como incapaz, omiso o facilitador de la impunidad, al permitir y ayudar a la fuga de estos asesinos, se convirtió también en sus cómplices.

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