Por José Luis Méndez
Rodríguez
El secretario de gobernación
Miguel Angel Osorio Chong, afirmó recientemente que habría advertido al
gobernador con licencia Angel Aguirre, sobre la importancia de no permitir la
evasión del entonces alcalde de Iguala José Luis Abarca, quien de acuerdo a lo
señalado por Jesús Murillo Karam, procurador general de la República, es el
responsable del asesinato de seis personas (tres normalistas, un jugador de los
avispones, el chofer del camión del equipo y una señora), y la desaparición de
43 estudiantes de la Isidro Burgos de Ayotzinapa. Una acusación grave, ya que
estamos observando la facilitación, desde el ejercicio público, para la evasión
de la acción de la justicia ante la comisión de delitos también graves.
Sin embargo, esto no es un
hecho aislado, lo que resulta en una agravante más de tales acciones, desde el
primer momento lo señalamos, el gobierno estatal, desde la procuraduría de
justicia encabezada por Iñaki Blanco y desde la gubernatura con Angel Aguirre,
otorgaron todas las facilidades para que José Luis Abarca Velázquez junto con
su familia, tuviesen el tiempo y el espacio necesario para escapar de cualquier
acción legal que pudiese emprenderse en su contra.
¿Porqué podemos afirmar tal
cosa? ¿Porqué no podría tratarse de un caso de extrema ingenuidad o falta de
previsión? Porque no es la primera ocasión que el gobierno de Aguirre realizare
un acto de esta naturaleza.
Hace unos años, dentro del
mismo periodo de gobierno de Angel Aguirre Rivero, otro alcalde, Willy Reyes, en
ese tiempo presidente municipal de Tlapa de Comonfort, presunto asesino
intelectual del diputado priista Moisés Villanueva de la Luz, así como de su
chofer Erick Estrada, logró fugarse, pese a existir en su contra una orden de
aprehensión que esperó para ser cumplimentada un juicio de procedencia en el
Congreso del Estado que nunca fue resuelto.
Independientemente de los
argumentos que se han esgrimido acerca del móvil del homicidio y de quienes
pudiesen estar implicados en el mismo, la realidad es que también a Willy
Reyes, identificado plenamente como integrante del grupo político de Aguirre,
se le otorgaron todas las facilidades, espacio y tiempo, para evitar ser
detenido y ser sujeto de la acción de la justicia.
Ante ello, no solo se debe
calificar el gobierno de Angel Aguirre como incapaz, omiso o facilitador de la
impunidad, al permitir y ayudar a la fuga de estos asesinos, se convirtió
también en sus cómplices.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario