Chilpancingo, Gro., noviembre 12 del
2012 (IRZA).- La
Comisión Estatal de Defensa los Derechos Humanos (Coddehum), exhortó a la
Policía Federal Preventiva (PFP), a que en el ejercicio de sus funciones
respeten escrupulosamente los derechos humanos de la ciudadanía, porque sus
actos “son arbitrarios”.
Hipólito Lugo Cortés, visitador
general de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, narró que el viernes y
sábado pasado, elementos de la PFP detuvieron arbitrariamente a comerciantes
capitalinos y a alumnos de la escuela normal “Raúl Isidro Burgos”,
respectivamente, los que posteriormente fueron consignados a la Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE) y porque no existía una acusación directa
los dejaron en libertad.
Expresó que en el caso de los
estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa asistió el médico para efecto de
hacerles una revisión médica y agregó que varios de ellos presentaban golpes,
escoriaciones dermoepidemicas leves, que no ponen en riesgo sus vidas.
Ante ello, dijo que el deseo de los
estudiantes fue interponer una queja ante la Coddehum porque consideran
arbitrario el actuar de la Policía Federal Preventiva, la que se está
documentando, hechos de los que ya tiene conocimiento la propia Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Agregó que en torno a ellos, este
lunes por la tarde se enviaría el material a la CNDH como queja colectiva de
dos estudiantes de la normal de Ayotzinapa, que fueron golpeados por elementos
de la PFP.
Sostuvo que en el caso de los
comerciantes, están solicitando a la Coddehum que participe como observadora en
las distintas movilizaciones sociales que han realizado en contra del actuar
arbitrario de la PFP y sobre todo para solicitar la liberación de las personas
que estaban detenidas, y que no tenían señalamientos directos.
Lugo Cortés insistió que se han dado
cuenta que los actos de la PFP son “reiterativos y arbitrarios”, como los casos
de estudiantes de la veterinaria de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG),
alumnos de la normal de Ayotzinapa y de los comerciantes, por citar algunos.
Ante ello, urgió que en el ejercicio
de sus funciones la PFP respeten escrupulosamente los derechos humanos de la
ciudadanía, porque sus actuaciones son reiterativas y arbitrarias, actos que
son penados.
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