Chilpancingo, Gro., enero 21
de 2013 (IRZA).- Unos
500 ciudadanos dela comunidad de Atliaca, municipio de Tixtla, tomaron las
armas este lunes e instalaron retenes en los dos principales accesos contra los
actos e intimidaciones del crimen organizado.
Los
surgimientos armados de autodefensa ciudadana contra el crimen organizado
parece ser la única vía para garantizar la seguridad pública en las comunidades
y cabeceras municipales.
El
movimiento civil de autodefensa se gestó debido a que el pasado viernes 4 de
enero, Evenecer Barrios Plateado, de 18 años, y otra persona fueron
secuestrados cuando salían de su domicilio por un grupo de sujetos fuertemente
armados.
Se
informó que el padre del joven intentó rescatarlo de sus captores pero fue
recibido a balazos y posteriormente recibió una llamada de los presuntos
secuestradores quienes le exigieron un millón de pesos para liberar al joven,
aunque se desconoce si se materializó la negociación.
Este
lunes la familia Barrios Plateado se llevó la peor noticia. En las
instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de esta capital
identificaron el cuerpo de Evenecer cuyo cuerpo fue encontrado Huitziltepec,
municipio de Eduardo Neri, donde se presume fue asesinado a balazos.
Este
último hecho y esto provocó la ira y hartazgo de los pobladores de Atliaca
contra los actos del crimen organizado y desde este lunes tomaron sus armas de
fuego e instalaron retenes para revisar a conductores de vehículos particulares
y del transporte público.
De
acuerdo con informes oficiales, alrededor de las tres de la tarde fueron detenidos
7 presuntos extorsionadores por el grupo civil de autodefensa, entre ellos seis
menores de edad y una mujer adulta.
Tras
poner resistencia al momento de la detención, fueron golpeados por los
pobladores y estuvieron a punto de ser linchados. Se les acusa de cobrar
derecho de piso a comercios locales
“cuota” y por actos de extorción.
Al
lugar arribaron elementos de la Policía Estatal y agentes de la Policía
Ministerial quienes trasladaron a los seis detenidos a las instalaciones de
Barandilla de Tixtla. Sin embargo, el caos aumentó pues trascendió que serían
liberados por un grupo armado, lo cual no ocurrió.
Afirmaron
que no confían en la Policía Municipal a quienes acusaron de mantener vínculos
con los grupos del crimen organizado que operan en la zona y exigieron al
gobierno federal y estatal detener los actos delictivos o radicalizarán sus
actos de defensa.
Por
la tarde-noche los habitantes hicieron contacto con reporteros a quienes
confirmaron que mantendrán la vigilancia día y noche en los accesos principales
al poblado, así como patrullajes y recorridos de vigilancia.
También
dieron a conocer que desde este martes serán suspendidas las clases en las
escuelas de preescolar, primaria y telesecundaria de Atliaca y otras
comunidades cercanas hasta nuevo aviso pues temen posibles ataques de los
grupos delictivos contra la población.
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