viernes, 1 de marzo de 2013

El Papa y el sistema, en la generación del cambio


Por: José Luis Méndez Rodríguez

La generación a la que pertenezco no tengo la menor duda que ha sido privilegiada, vivimos el cambio de siglo y milenio, vimos salir al PRI de los Pinos y lo vimos regresar, tuvimos la oportunidad de ver un cometa, conocimos las computadoras desde que eran unos armatostes gigantes que tenían que conservarse prácticamente en congeladores, programábamos en tarjetas perforadas y los monitores eras monocromáticos con tono verde, hemos empleado teléfonos de disco, de botones, inalámbricos, celulares que teníamos que cargar en una maletita por la pila, analógicos, digitales, CDMA, GSM, 2G, 3G, 4G, sin pantalla, con pantalla, con pantalla de leds (solo se veían los leds nada más), touch, comenzamos a ver la Tv en blanco y negro en grandes muebles con selector de dial y ahora son a color, digitales, 3D, ultra slim, HD…en fin…por si algo nos faltaba ver, no solo hemos “visto” el posible asesinato de un Papa (Juan Pablo I) sino la ascensión de un jerarca católico con antecedentes nazis y además su renuncia por cansancio.

Joseph Aloisius Ratzinger, Benedicto XVI ya como Jefe del Estado Vaticano, renunció a seguir caminando sobre las sandalias de Pedro, según nos han dicho, por sentirse demasiado cansado, enfermo y sin las fuerzas necesarias para una responsabilidad de tal envergadura, ser la máxima autoridad de una de las religiones con mayor número de adeptos en este planeta. Sin embargo, atendiendo a lo que la historia nos dice y, sobre todo al papado ejercido por su antecesor Juan Pablo II (Karol Józef Wojtyla) siendo uno de los más longevos y realizado hasta su muerte no obstante el atentado sufrido en 1981, el cáncer de intestino padecido, las fracturas en el fémur y un hombro y 15 años llevando a cuestas el mal de Parkinson, no suena en lo absoluto lógico lo que nos presentan como los motivos de renuncia de Benedicto, quien desde este 28 de febrero pasa a ser Papa emérito.

Independientemente de si son o no las que nos dicen, las razones reales por las cuales abdica Ratzinger, la realidad es que la iglesia católica vive en estos momentos una de sus crisis más graves de toda su historia, las denuncias sociales y demandas jurídicas en contra no solo de cientos de sacerdotes sobre todo en Estados Unidos y América latina por abusos sexuales y pederastia, alcanzan a obispos, cardenales y hasta el propio Papa, ya sean los actores de tales abusos o por encubrirlos y por ende volverse cómplices. Por supuesto que en ello también se encuentran implicados políticos, gobernantes y destacadísimos e intachables miembros de nuestra sociedad. Aun con ello es común escuchar argumentos como: ¡Pero eso siempre ha sucedido! ¡Si todos hemos escuchado decir que el padre fulano le mete mano a las niñas o a los niños! Y linduras por el estilo denotando que tales abusos han sido prácticamente parte de nuestra cultura.

Por fortuna los tiempos, a pesar de grandes resistencias y mucha lucha, cambian…en estos casos se requirió de muchos años y gran valentía de los miles de víctimas, no solo para enfrentar a sus abusadores sino para afrontar el descrédito que en muchas ocasiones se presentó y se sigue dando, de la victimización constante y la vulneración de sus derechos humanos por enfrentar un poder ligado no solo con Dios, sino sobre todo con las clases más poderosas de nuestro país y el mundo…Por fortuna los tiempos los vamos cambiando, el precio que se paga parece en ocasiones demasiado, pero siempre saldrá más costoso quedarse sin hacer nada…

Si se puede cambiar de Papa…porque no habremos de cambiar el sistema?

Por hoy es cuanto…ahí nos vemos.

@guerreroenvivo

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