Chilpancingo, Gro., agosto 26 de
2013 (IRZA).- Medio
centenar de integrantes de la Policía Comunitaria (PC) tomaron el ayuntamiento
y protagonizaron un conato de violencia con un grupo de policías municipales a
quienes les quitaron sus rifles R-15.
"Con
esta acción le estamos mandando un mensaje a las autoridades para que cumpla
los acuerdos que a través de sus funcionarios establecieron con nosotros en el
sentido de que iban a liberar a nuestros compañeros detenidos por el Ejército
Mexicano", aseveró el coordinador de este grupo de autodefensa civil,
Gonzalo Molina González.
La semana
pasada, el Ejército Mexicano detuvo a la coordinadora de la Comunitaria del
municipio de Olinalá, Nestora Salgado y a otros 29 integrantes de este grupo en
Tlatlaquitepec, del municipio de Atlixtac y Ayutla de los Libres.
Este fin
de semana, el gobierno del estado, dejó en libertad a ocho de ellos. Nestora
Salgado García, sigue presa en el penal de Tepic, Nayarit, acusada del delito
de secuestro agravado, y el resto en las cárceles de Chilpancingo y Acapulco.
Durante
el conato de violencia, el director de la Policía Municipal, Rubén Reyes
Zepeda, un policía comunitario le dio un machetazo en la mano derecha y a su
asesor le dieron varios “cachazos”.
Los
comunitarios tiraron al piso a un policía a quien tras doblegarlo lo tiraron al
piso para patearlo.
Durante
la toma del edificio se vivieron momentos de tensión ya que tanto los policías
comunitarios como los uniformados se apuntaron y a punto estuvieron de accionar
sus armas. Incluso, los comunitarios se tiraron al piso de pecho tierra, en
señal de ataque.
Personal
administrativo que labora en el ayuntamiento salió corriendo del edificio y la
gente que caminaba por la plaza, huía despavorida ante el temor de que iniciara
la balacera.
Diez
minutos antes de que arribaran al ayuntamiento los policías comunitarios, el
alcalde Gustavo Alcaraz fue avisado de lo que iba a pasar y en forma
intempestiva abandonó el edificio.
"Ahorita
vengo, voy a la ciudad de México", les dijo a sus allegados sin avisarles
lo que iba a pasar. El edil salió del Palacio y junto con sus guardaespaldas se
subió a su camioneta y abandonó el lugar.
El
síndico procurador, David Martínez Valadez y el asesor del ayuntamiento, Edgar
Alcaraz, no los dejaron salir del edificio, sin embargo, ellos pudieron escapar
por una puerta trasera.
El
síndico no se fue a su casa, y para evitar ser detenido por la comunitaria se
fue a esconder con un familiar que vive en la colonia Santa Cecilia.
A las 15
horas con 30 minutos, Gonzalo Molina y su gente, decidieron levantar el bloqueo
de la entrada principal del ayuntamiento.
El líder
del grupo de autodefensa reconoció que durante la toma del ayuntamiento hubo un
momento en que la situación se salió de control ya que varios de sus
comandantes se agarraron a golpes con los uniformados.
"Yo
les voy a hacer un llamado a mis comandantes que guarden la disciplina porque
el problema no es con los policías municipales sino contra el gobierno estatal
que nos engañó nuevamente", señaló el líder de la PC.
Molina
González advirtió que las protestas para exigir la libertad de sus compañeros
van a continuar. Luego de que los policías comunitarios levantaron su protesta
y se refugiaron en su cuartel en el barrio de El Fortín.
Por la
tarde noche, Gonzalo Molina, escribió en su cuenta de Face que militares
estaban acantonados cerca del Fortín y se preveía que entraran al barrio.
Efectivamente
se comprobó que cerca de ese barrio, había dos y tanquetas militares y un retén
de soldados en la gasolinera ubicada en la entrada de Tixtla. Sin embargo, no
ocurrió nada.
Lo que sí
se pudo constatar es de que elementos de la Policía Estatal tomaron el Ayuntamiento
para evitar una nueva toma del edificio.
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