Tixtla, Gro., septiembre 08 de 2015 (IRZA).- En presencia del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Felipe de la Cruz, vocero de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, demandó al presidente Enrique Peña Nieto que fije el día y la hora en que los recibirá en audiencia.
De la Cruz precisó: “ojalá en verdad Peña Nieto nos abra las puertas y no sea un discurso. Queremos saber la hora y el día, para estar y decirle nuevamente, que mintió a los padres, y mintió a México”.
Esta mañana en las instalaciones de la Normal de Ayotzinapa, padres de familia y estudiantes le dieron un cálido recibimiento a los cinco integrantes del GIEI Claudia Paz, Carlos Beristain, Francisco Cox y Omar Gómez, a quienes les colocaron una cadena con flores amarillas y los invitaron a desayunar en el comedor del plantel.
Posteriormente se trasladaron a la explanada de la escuela, en donde intervinieron al menos cuatro padres de familia y la dirigencia estudiantil, además de los miembros del GIEI que resumieron parte de su informe.
En su intervención, Felipe de la Cruz reclamó que “a pesar de lo que diga Enrique Peña Nieto, de que tiene la disponibilidad de hablar con los padres de familia, nosotros estamos seguros de que no es cierto, sino que fue la misma presión de los padres de familia y del movimiento, y porque hoy parece que se derrumba la ´verdad histórica´, además de que es su obligación recibirnos”.
Desmintió que haya sido el gobierno el que invitó al grupo de expertos de la CIDH. “Si los expertos están en este lugar fue por petición de los padres de familia, porque nunca hemos confiado en el gobierno de México”, abundó.
Recalcó que exigirán que se investigue a todo el gabinete “que hizo este teatro lleno de mentiras, entre ellas a (Tomás) Zerón de Lucio (director de la Agencia de Investigación Criminal), que insiste en decir que sí fueron quemados los jóvenes en ese basurero”.
Manifestó que los padres de familia tienen mucho valor y dignidad para llegar a las últimas consecuencias. “No vamos a descansar hasta encontrarlos, hoy sabemos que están vivos, porque el hecho de Cocula no existió, y para nosotros es la verdad, por eso apoyamos la verdad de los expertos de la CIDH, porque tiene un sustento que nos da plena confianza”, refirió.
“Si van a hacer peritajes en el lugar, sabemos que es la artimaña para llevar más tiempo y prolongar esta agonía de los padres de familia, ese tormento sicológico”, recalcó.
En entrevista, Carlos Beristáin dijo que sólo a través de los medios de comunicación se enteraron de la invitación del presidente Peña Nieto a una reunión con los familiares “y que nosotros estaríamos presentes; nosotros hemos dicho que estaremos en esa reunión”.
De su permanencia en el país, señaló que “depende del acuerdo de los representantes de las víctimas, del Estado mexicano y de la CIDH; estamos esperando cuál es la decisión final”.
Nuevamente mencionó el caso del “quinto autobús”, en donde expuso: “Lo que hay es una omisión de ese bus, se habla de un bus que habría sido destruido al salir de la central de autobuses, y cuando hablamos con los normalistas nos dijeron que no habían destrozado ninguno, que sí tiraron piedras, y se pidió información, pero no se nos proporcionó, nos contaron la historia y pudimos identificar que ese bus existía”.
Sostuvo que la PGJ (Procuraduría de Justicia de Guerrero), en su primera consignación que hizo “asegura que hay un quinto autobús, aunque no hay muchos detalles. En las consignaciones de diciembre y enero, se señala que hay un bus (Estrella Roja) que se señala que fue destruido, eso es lo que tenemos”.
De la negativa del gobierno mexicano a que se reúnan con los militares del 27 Batallón de Infantería en Iguala, afirmó: “Hemos hecho énfasis de la importancia de contar con esa información que ya estaba en el expediente. Queremos ampliarla y contrastarla, porque personal del Ejército estuvo en un escenario de vigilancia de los normalistas antes de llegar a la Central de Autobuses, y estuvo en dos de los lugares en donde hubo agresión a los normalistas, observando lo que pasaba, y después personal del Ejército estuvo en la Clínica Cristina, hizo una visita a la comisaría de barandilla, y cuando apareció el cuerpo de Julio César Mondragón, también los primeros que llegaron fueron los del Ejército”.
“Queríamos tener una conversación para contrastar esa información. Insistimos en ello. No queríamos una declaración nuevamente en el marco de la PGR, pero la respuesta final que nos dieron es que teníamos que pasar las preguntas y que las entrevistas las haría la PGR. Eso fue al final de nuestro mandato”, asentó.
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