jueves, 27 de junio de 2013

Desplazados demandan al gobierno que cumpla compromisos sociales




Chilpancingo, Gro; 26 de junio del 2013 (IRZA).- Familias desplazadas de la comunidad de La Laguna, en la Sierra de Coyuca de Catalán, Tierra Caliente, solicitaron al gobierno del estado cumpla con sus compromisos pactados, luego de que salieron de sus tierras por la violencia que hay allá, donde presuntos paramilitares y talamontes han matado a decenas de sus familiares.

Las 16 familias que viven en dos comunidades de Ayutla y en la cabecera municipal, exigieron al gobierno cumpla con el pago correspondiente de sus cabezas de ganado, que dejaron en Coyuca y que después, según tienen información, el gobierno llevó al 40 batallón militar, por las cuales tenían que darles 440 mil pesos. Pidieron el pago de 1 millón 200 mil pesos para diferentes gastos que han hecho, tal y como se comprometió la ex subsecretaria de Asuntos Políticos, Rossana Mora.

Sergio Santana Palacios, jefe de familia de nueve miembros, relató que llegaron a la comunidad de Tepango, a mediados de noviembre, al principio dormían en el suelo y sólo arropados por algunas colchonetas y bajo la sombra de un árbol. Sus más de 500 hectáreas de tierra se quedaron en La Laguna, pero no puede regresar, porque allá la gente de El Ciruelo “los contras”, han matado a varios miembros de su familia.

Sus condiciones, contó, son precarias, porque deben a la comunidad 10 mil pesos, por el pago de suelo, por estar allí, 80 mil pesos del pago del terreno, lo correspondiente a gastos funerarios de su hijo Natividad Santana Alonso, a quien trasladaron hacia Ayutla y por esa razón, deben otros 10 mil pesos; el pago del terreno de tierras que costará unos 500 mil pesos y que también el gobierno del estado se comprometió a darles.

Santana Palacios y su familia pidieron justicia porque luego del asesinato de su nuera, Juventina Villa Mojica, ecologista y guarda bosques de Coyuca de Catalán, tierras por las que desde el 2008 son hostigados. Comentó que al igual que su hijo mayor Rubén, a quien mataron en febrero de 2011, los delincuentes les arrebataron todo.

Él de 70 años junto a su mujer Juana Alonso Ochoa de 60, se hacen cargo como pueden de sus nietos, su nuera de 26 años, que trabaja como empleada doméstica cuando le dan trabajo, Elia Pérez quien enviudó de Natividad a quien recientemente mataron. Exigió a las autoridades el apoyo, porque ese fue el compromiso con ellos.

En La Unión, otra comunidad de Ayutla viven otras tres familias en casas de plástico, toldos improvisados, que se las han volado, donde tienen que dormir y hacer sus necesidades fisiológicas todos los miembros, desde los niños hasta los adultos. Juana Manzanares, quien vive en una de las casas, reconoció que recibieron 5 mil pesos, un tinaco de agua, y paraguas e impermeables para la lluvia, pero no es suficiente para hacer una casa.

En diciembre pasado cuando Rossana Mora Patiño, junto al subsecretario de Seguridad Pública Leonardo Vázquez, acudieron a Puerto las Ollas, donde estaban refugiadas 43 familias, que después se disgregaron, unos se fueron para Petatlán, Tecpan y otros municipios se comprometió a apoyarlos con proyectos productivos, terrenos de cultivo, dinero e indemnizaciones por las tierras que abandonaron, hasta el momento no hay nada.

Las familias se sienten en el abandono y en la pobreza, porque por lo menos en la región de la Tierra Caliente, tenían tierras para comer, en Ayutla no tienen nada y clamaron por ayuda.

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