Chilpancingo, Gro; 26 de junio del
2013 (IRZA).-
Familias desplazadas de la comunidad de La Laguna, en la Sierra de Coyuca de
Catalán, Tierra Caliente, solicitaron al gobierno del estado cumpla con sus
compromisos pactados, luego de que salieron de sus tierras por la violencia que
hay allá, donde presuntos paramilitares y talamontes han matado a decenas de
sus familiares.
Las 16 familias que viven en dos
comunidades de Ayutla y en la cabecera municipal, exigieron al gobierno cumpla
con el pago correspondiente de sus cabezas de ganado, que dejaron en Coyuca y
que después, según tienen información, el gobierno llevó al 40 batallón
militar, por las cuales tenían que darles 440 mil pesos. Pidieron el pago de 1
millón 200 mil pesos para diferentes gastos que han hecho, tal y como se
comprometió la ex subsecretaria de Asuntos Políticos, Rossana Mora.
Sergio Santana Palacios, jefe de
familia de nueve miembros, relató que llegaron a la comunidad de Tepango, a
mediados de noviembre, al principio dormían en el suelo y sólo arropados por
algunas colchonetas y bajo la sombra de un árbol. Sus más de 500 hectáreas de
tierra se quedaron en La Laguna, pero no puede regresar, porque allá la gente
de El Ciruelo “los contras”, han matado a varios miembros de su familia.
Sus condiciones, contó, son precarias,
porque deben a la comunidad 10 mil pesos, por el pago de suelo, por estar allí,
80 mil pesos del pago del terreno, lo correspondiente a gastos funerarios de su
hijo Natividad Santana Alonso, a quien trasladaron hacia Ayutla y por esa
razón, deben otros 10 mil pesos; el pago del terreno de tierras que costará
unos 500 mil pesos y que también el gobierno del estado se comprometió a
darles.
Santana Palacios y su familia pidieron
justicia porque luego del asesinato de su nuera, Juventina Villa Mojica,
ecologista y guarda bosques de Coyuca de Catalán, tierras por las que desde el
2008 son hostigados. Comentó que al igual que su hijo mayor Rubén, a quien
mataron en febrero de 2011, los delincuentes les arrebataron todo.
Él de 70 años junto a su mujer Juana
Alonso Ochoa de 60, se hacen cargo como pueden de sus nietos, su nuera de 26
años, que trabaja como empleada doméstica cuando le dan trabajo, Elia Pérez
quien enviudó de Natividad a quien recientemente mataron. Exigió a las
autoridades el apoyo, porque ese fue el compromiso con ellos.
En La Unión, otra comunidad de Ayutla
viven otras tres familias en casas de plástico, toldos improvisados, que se las
han volado, donde tienen que dormir y hacer sus necesidades fisiológicas todos
los miembros, desde los niños hasta los adultos. Juana Manzanares, quien vive
en una de las casas, reconoció que recibieron 5 mil pesos, un tinaco de agua, y
paraguas e impermeables para la lluvia, pero no es suficiente para hacer una
casa.
En diciembre pasado
cuando Rossana Mora Patiño, junto al subsecretario de Seguridad Pública Leonardo Vázquez, acudieron a Puerto
las Ollas, donde estaban refugiadas 43 familias, que después se disgregaron,
unos se fueron para Petatlán, Tecpan y otros municipios se comprometió a
apoyarlos con proyectos productivos, terrenos de cultivo, dinero e
indemnizaciones por las tierras que abandonaron, hasta el momento no hay nada.
Las familias se sienten en el abandono
y en la pobreza, porque por lo menos en la región de la Tierra Caliente, tenían
tierras para comer, en Ayutla no tienen nada y clamaron por ayuda.
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