martes, 11 de junio de 2013

La fuga del penal era un riesgo que sabían en el gobierno: ex director


Chilpancingo, Gro; 10 de junio del 2013 (IRZA).- El ex director del penal de La Unión, Omar Benito Valdovinos Salmerón, denunció que lo ocurrido en ese lugar, donde un comando armado liberó a nueve reos, pero para hacerlo mató a dos custodios, hirió a un tercero y a un interno, “era de esperarse, porque hay sólo 16 custodios para 160 internos, no envían a más personal y tampoco armamento”.

En conferencia de prensa, donde denunció al igual que otros compañeros que de los 17 directores de los Centros de Readaptación Social (Ceresos), 12 fueron despedidos y 100 custodios también, de manera injustificada, dijo, “hay sólo ocho guardias por compañía, es decir, 16 por 160 reos; de las 106 lámparas que hay sólo cuatro sirven”.

Si se pudiera culpar a alguien por los hechos, señaló al director general de Reinserción Social, José Jorge García Rivero y al secretario de Seguridad Pública anterior, Guillermo Jiménez Padilla, quien nunca prestó atención a lo que ocurría dentro de las cárceles. Aseguró que dirigen “a control remoto y nunca van porque les da miedo. Esto es derivado de las omisiones de estos señores”.

Lamentó que por no implementar medidas preventivas se suscitaron dichos hechos “eso ocurrió, porque nadie puso atención” y agregó que de los problemas de delincuencia organizada ya están enterados “los altos mandos”, pero prefieren no involucrarse y dejar crecer los problemas al interior de los penales.

“Las condiciones de los Ceresos son precarias, pero con un poco de ayuda de estos funcionarios que no hicieron bien su trabajo se pudieron evitar esos hechos. La Unión colinda con el estado de Michoacán y por su lejanía es uno de los penales más abandonados por el sistema penitenciario. Allí sólo hay tres administrativos; de personal de seguridad y custodia son 16 elementos, lo cual es insuficiente para tantos internos”, denunció.

Por su parte, Rafael Rivera Arizmendi, otro despedido, comentó que él dirigió el penal de Ometepec, durante el sismo de marzo de 2011 y le tocó ver amontonados a los internos, en condiciones lamentables y precarias sin que nadie volteara sus ojos hacia las celdas cuarteadas, la falta de agua, e hiciera algo al respecto.

“Nunca hubo apoyo, decía (el subdirector, Miguel Ángel Orihuela) que no había recursos, nunca hemos tenido apoyo por parte del señor, creo que no conoce los Ceresos mucho menos el director del sistema (José Jorge)”, expresó.

Agregó: “la falta de atención de los altos mandos provoca esta misma situación; los centros más seguros Iguala, Chilpancingo y Acapulco; no hay Ceresos de alta o máxima seguridad, todos los demás son de baja seguridad”.

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