Chilpancingo, Gro., octubre 31 de 2012 (IRZA).- Habitantes de los municipios de Olinalá y Cualác,
en la región de la Montaña, decidieron tomar en sus manos la seguridad y
armados recorren las calles de sus localidades ante la ola de delitos que ha
perpetrado la delincuencia en esa zona.
Con Cualác y Olinalá junto con
Huamuxtitlán, ya son tres los municipios de esa región que han optado por
realizar estas acciones de autodefensa ante la ineficacia de las autoridades
federales, estatales y municipales para brindarles seguridad.
El pasado sábado en Olinalá, más
de medio millar de personas tomaron el ayuntamiento en protesta por la
desaparición de un taxista que ese mismo día fue localizado en la comunidad de
Tlatlaquitepec.
Esta acción que tomó la población
fue porque días antes, el trabajador del volante Cecilio Morales Guevara fue
"levantado" por individuos armados quienes después lo asesinaron a
tiros.
Y es que en las dos últimas
semanas en esta localidad se han registrado una serie de asaltos perpetrados
presuntamente por un grupo de individuos que al parecer tenían su centro de
operaciones en la cabecera municipal de Olinalá.
Los ciudadanos de Olinalá
liberaron el ayuntamiento, pero acordaron constituir un comité que se encargará
de vigilar las calles las 24 horas mediante recorridos y retenes que instalarán
en los accesos a esta localidad.
En Cualác, municipio que colinda
con Olinalá y Huamuxtitlán, también decidieron formar su propio grupo civil de
seguridad a raíz de que el pasado lunes fue asesinado a balazos el tablajero,
Rigoberto Navarrete Nájera, de 48 años de edad.
Cuentan que este lunes, el
conocido carnicero del mercado del pueblo fue a las afueras de la localidad
para traer la carne que le venden expededores del estado de Puebla.
Sin embargo, al ver que Navarrete
Nájera no llegaba al mercado ni a su domicilio, sus familiares y la ciudadanía
se organizó para ir a buscarlo.
A las 19 horas de la tarde, el
tablajero fue encontrado muerto a balazos en el interior de su camioneta que
estaba estacionada en una brecha.
Eso enardecío a los habitantes y
desde este martes, un grupo de ciudadanos a bordo de camionetas recorren las
calles y realizan revisiones de rutina a los vehículos que entran al pueblo.
En Huamuxtilán, desde junio
pasado opera la policía comunitaria a raíz de que liberaron a 27 ciudadanos de
este municipio y Cualác que los tenían privados de su libertad.
Tras liberar a los secuestrados,
los ciudadanos incendiaron la comandancia de la policía municipal y destrozaron
una de las patrullas.
Y al entonces alcalde interino.
Juan Carlos Merino, lo amarraron y semidesnudo lo exhibieron en el zócalo.
La gente acusaba al edil de
presuntamente brindar protección a las bandas de delincuentes.
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