*Lanza Peña a la PGR para resolver un conflicto político
Por: José Luis Méndez Rodríguez
Al más puro y viejo estilo Priista, el gobierno encabezado
por Enrique Peña Nieto, ante la urgencia de legitimarse, no por la manera en que
llega a la presidencia, si no por la forma en que el país se le desgrana entre
las manos, armó su “Quinazo” que en esta ocasión para ser precisos es “Elbaso”.
La detención y encarcelamiento de la cuasi eterna dirigente del sindicato más
grande de América Latina, el SNTE, de la “maestra” Elba Esther Gordillo
Morales, contrario a todo lo que nos quieran vender y presentar en conferencias
de prensa con el fiscal federal o en boca de los analistas mediáticos de
siempre, es la judicialización y penalización de un asunto político, los
diferendos que se registraron con motivo de la tan mentada reforma educativa,
-que a fin de cuentas no es tal ya que solo se trata de una reforma laboral
dentro del sector educativo-, entre la nunca bien vista (a pesar de las carisísimas
cirugías) líder magisterial y el propio presidente Peña, culminaron (hasta este
momento), en la aprehensión e internamiento en el penal de Santa Martha
Acatitla en la cd. de México de Elba Esther, y si ud. cree lo contrario
basándose en lo esgrimido por el procurador Murillo Karam, y califica este
hecho como una acción circunscrita a la persecución del delito, respóndase de
manera honesta, ¿Si no hubiesen existido diferendos entre gobierno y magisterio
por la susodicha reforma, los maestros
se hubieran quedado tranquilitos y la maestra aplaudiendo al presidente,
estaría en este momento presa y sujeta a proceso? Estoy seguro que incluso
tendría más posiciones políticas dentro de la administración federal y, por
supuesto seguiría comprando en Neiman Marcus.
Otro de los argumentos que hemos escuchado en las últimas
horas, es que los presentes son acontecimientos del todo diferentes de cuando
Carlos Salinas de Gortari a 40 días de haber iniciado su ilegal sexenio
ordenaba la detención del plenipotenciario (hasta ese momento) líder sindical
de los trabajadores petroleros, Joaquín Hernández Galicia “La Quina”; ya que en
ese momento se inventaron cargos y pruebas, se trataba de una vendetta personal, y que el México de
hoy es muy diferente al de 1989…con todo respeto, pero me parece un argumento
del todo ingenuo, porque si bien el país ha cambiado, la forma de actuar y de
pensar de los actores políticos NO, ha regresado el PRI con sus viejas formas,
quizá con algunas caras nuevas pero la misma ideología y perversión a la hora
de gobernar, Elba Esther fue ascendida a tal altura y con tanto poder por el
PRI, fue comparsa y cómplice de 5 presidentes de México (3 del PRI y 2 del
PAN), y una cantidad inconmensurable de secretarios, gobernadores, alcaldes,
legisladores, empresarios, dirigentes sindicales o sociales, líderes
partidistas o bien candidatos, la fortuna por ella amasada solo habría sido
posible con la venia y visto bueno de todos ellos; la “maestra” nunca escondió
“su” dinero ni sus vicios o manías, y hoy quienes la encumbraron la derrocan.
Pero y, ¿qué viene después de esto? Esa es la gran
interrogante, ¿proseguirá el linchamiento en contra de quien parecía
inamovible?, el magisterio en cada una de sus facciones ¿se quedará tranquilo?
¿Permitirán que como siempre, desde la presidencia les digan quien es su nuevo
monarca y dirán muera el rey viva el rey? ¿La CNTE se alineará también o
aprovechará el sisma entre los institucionales para ampliar su influencia? ¿El
gobierno dividirá ahora que podría ser posible el gran gigante que es el SNTE
aunque tenga que aliarse con la Coordinadora? ¿La “maestra” se quedará
tranquilita y no pateará ni filtrará información de la que tiene mucha para
afectar a quienes ahora son sus enemigos? En esta novela iniciada hace tiempo,
estamos siendo testigos de un capítulo o temporada más, y sin lugar a dudas en
el guión de la misma todavía quedan muchas hojas por escribirse.
Por hoy es cuanto…ahí nos vemos.
@guerreroenvivo
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