Chilpancingo, Gro.,
septiembre 30 de 2013 (IRZA).- Campesinos de la comunidad
Río Igualapa, del municipio de San Luis Acatlán, región Costa Chica,
denunciaron que a 15 días de que la tormenta tropical Manuel se llevó sus
cosechas, ninguna autoridad se ha acercado a auxiliarlos.
En
conferencia de prensa Francisco Basilio Díaz, representante de unos 48
campesinos que perdieron sus cosechas de maíz, frijol y café en esa comunidad,
lamentó que no hay ninguna autoridad que los apoye ni les diga cómo podrán recuperar
parte de lo que perdieron en sus productos, porque se los llevó la lluvia.
Dijo
que están en un completo abandono a pesar de que han participado de manera
activa en las actividades gubernamentales; como mítines, reuniones, y
convocatorias que han hecho Secretarías como la de Asuntos Indígenas, “tal
parece que quieren que uno se muera en sus casas. Sentimos muy feo porque la
situación está muy mal y no voltean a vernos”.
Consideró
que el gobierno los tiene abandonados, “a pesar de que quedamos bien jodidos.
Nosotros somos campesinos, nos mantenemos de lo que la tierra nos da; no es
posible que las autoridades vean nuestra desgracia y sólo a las comunidades que
tienen comunicación, porque a Río Igualapa no hay cómo entrar, no nos pelen”.
Pidió
apoyo al gobierno estatal y al federal porque el gobierno municipal, por lo
menos en su comunidad se está viendo rebasado. Los productos están escasos en
la mayoría de las comunidades de San Luis Acatlán, pero ni por ello, denunció
las autoridades se sensibilizan, “los productos del campo son los que más dan
de comer a la gente, no sé qué se creen”.
El
campesino denunció que los políticos llegan a las comunidades solicitándoles
ayuda para poder acceder a cargos de representación popular, pero “sólo
obtienen su objetivo y les vale. Se olvidan que por uno son diputados,
senadores, alcaldes, todo. Nos duele, no a ellos que se dicen de la región, que
nuestros hijos padezcan, que nuestra gente se esté muriendo”.
Exigieron
ayuda, porque aunque no tienen reportes de muertos, no dudan que por las
circunstancias en las que viven, se puedan dar casos.
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