Chilpancingo, Gro., noviembre 05 del 2015 (IRZA).- La policía alemana investiga a la empresa fabricante de armamento Heckler & Koch por un presunto comercio ilegal de poderosos rifles de asalto que habrían llegado a México, particularmente al estado de Guerrero y a otras tres entidades de nuestro país.
“Fiscales alemanes dijeron (este) jueves que seis ex empleados del fabricante de armas Heckler & Koch fueron acusados de violar las leyes sobre comercio y armas de guerra, al vender armamento destinado a cuatro estados mexicanos”, pero no se dieron los nombres de los inculpados, consigna el sitio de internet del periódico mexicano La Jornada.
“Heckler & Koch estuvo bajo presión en mayo, cuando un reporte de autoridades aduaneras alemanas reveló que la compañía vendió armas que tenían como destino estados mexicanos, en una violación a una veda a las exportaciones dirigida a evitar que cayeran en manos de fuerzas policiales corruptas”, señala el referido portal de noticias.
Las armas que presuntamente fueron enviadas a Guerrero serían los rifles de asalto HK416 y el G36, de gran poder destructor. Las armas alemanas habrían llegado a México entre los años 2006 y 2009.
“Activistas de derechos humanos han sostenido que algunas de sus armas terminaron en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero, donde 43 estudiantes fueron secuestrados el año pasado y, según las investigaciones,
luego habrían sido asesinados por traficantes de drogas que trabajaban con policías corruptos”, dice La Jornada.
El 10 de diciembre del año pasado, en el portal de noticias de la agencia mexicana Apro, se dijo que “cuando menos 36 de las armas decomisadas a la Policía Municipal de Iguala y presuntamente utilizadas durante
los hechos del pasado 26 de septiembre -en los que murieron seis personas (tres estudiantes entre ellos), 17 más fueron heridas y 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecieron- son fusiles de asalto alemanes modelo G-36 producidos por la empresa Heckler & Koch”.
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