Un presidente de Estados Unidos dijo alguna vez que la mejor forma de tener un amigo en Washington es conseguir un perro. Sally, el fiel perro del mandatario número 41 de ese país, George Herbert Walker Bush, regresó el lunes a la capital con su difunto amo.
Con un arnés con los colores de la bandera estadounidense, el labrador amarillo estaba en la pista de Houston, Texas, para acompañar el ataúd de su amo a bordo del avión presidencial, Air Force One, prestado por Donald Trump.
Entrenado para asistir a ex militares, Sully, de dos años, acompaña a Bush desde junio, pocas semanas después de la muerte de su esposa Barbara, con quien estuvo casado 73 años. (Agencias)
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