Coyuca de Benítez, Gro., agosto 5 de
2013 (IRZA).-Raymundo
Velázquez Flores, dirigente de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata
(LARSEZ), fue hallado ejecutado a balazos junto a otros
dos compañeros de esa organización a orillas del río, a la altura del poblado
Aguas Blancas que conduce a la sierra de este municipio de Costa Grande.
De acuerdo a los reportes, esto ocurrió aproximadamente a
las seis de la tarde, y sus dos compañeros muertos también fueron identificados
como Samuel Vargas Hernández y Miguel ‘N’.
Raymundo Velázquez Flores era secretario
general del Partido Comunista de México en Guerrero, y Samuel Vargas Ramírez y
Miguel “N” integrantes del Comité Regional del mismo PCM, y a la vez dirigentes
de la Larsez.
Los dejaron atados de las manos, con impactos de bala y
huellas de tortura en el punto conocido como El Huajal. También se encontró ahí
un
auto calcinado marca Tsuru blanco sin placas con rotulación de la
Coordinadora Estatal de Transportistas Independientes del Estado de Guerrero
(Cetig), en el que viajaban.
La muerte de los tres fue confirmada en un comunicado por
el PCM, donde se señala que “Nuestros compañeros salieron alrededor de las 6 de la
tarde de Cuernavaca, estado de Morelos, el día sábado 3 de agosto después de
una reunión de la Comisión Política Nacional del Frente Izquierda
Revolucionaria (FIR), con rumbo a Coyuca de Benítez. Se perdió comunicación con
ellos después de haber dejado a la compañera Tomasa Vázquez Juárez en su
domicilio en aquel municipio”.
El PCM a través
de su Buró Político, señala, “hace responsable al Gobierno Federal de Enrique
Peña Nieto del PRI, al Gobierno Estatal de Ángel Aguirre Rivero del PRD y el
gobierno municipal de Ramiro Ávila Morales del asesinato de nuestros
camaradas”.
También se cita
que “como sabemos en el estado de Guerrero no hay garantías para la acción
política de los comunistas, los revolucionarios y los luchadores sociales. Este
es un ataque directo de los tres niveles de gobierno en contra del Partido
Comunista de México. En sentido, nuestro el Partido Comunista de México y todas
sus estructuras actuaran en consecuencia y juramos que no quedara impune el
asesinato de nuestros camaradas, que permanecen en nuestra memoria como
revolucionarios que han bregado incansablemente por la emancipación de la clase
obrera”.
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