Chilpancingo,
Gro., septiembre 10 de 2014 (IRZA).- Un grupo de hombres armados,
presuntamente de policías estatales, irrumpió en el Centro de Reinserción
Social (Cereso) de esta capital y agredió físicamente a decenas de internos.
Este hecho violento ocurrió entre las 4:30 y 5 de la
mañana, relataron familiares de los internos. Agregaron que los hombres armados
ingresaron a bordeo de cuatro camionetas de color negro.
Pero hasta la tarde-noche no se había informado con
precisión por qué las autoridades penitenciaras o la custodia de guardia del
Cereso de esta capital permitió el ingreso de las cuatro unidades.
De acuerdo con varios testimonios de testigos y
familiares, los sujetos desconocidos vestían uniformes similares a los de la
Policía Estatal, pero sin escudos oficiales ni matriculas. La mayoría calzaba
tenis.
Al interior del penal golpearon y hasta torturaron a
varios reos, ante la presencia del personal de custodia del Cereso. Se informó
que la tortura terminó alrededor de las ocho de la mañana.
Después de que el grupo armado se retiró del penal, las
autoridades penitenciaras restringieron el acceso a las familias que tenían
programada si cita habitual, lo que generó un conato de violencia en la aduana
de las instalaciones.
Los reos exigían el ingreso de sus familiares e incluso
de fotógrafos y periodistas para que documentaran la agresión, pero no se les
permitió. Los reos reaccionaron y se amotinaron para exigir ver a sus familiares
y para que se les diera una explicación de los hechos.
Algunos familiares denunciaron, bajo reserva su
identidad, que dentro del penal se comercializan bebidas alcohólicas, drogas y
además se cobran “cuotas” por la seguridad de cada interno.
Pero además para obtener otros beneficios como vida
marital dentro de las instalaciones e incluso celebraciones.
Cabe recordar que el lunes 25 de agosto a las cuatro de
la tarde fue asesinado a balazos en esta capital Luis Miguel Lancert Betancourt, quien
se desempeñaba como director del mismo penal.
Cuyas investigaciones de los hechos no han sido dadas a conocer por las
autoridades de la Procuraduría General de Justicia. Aunque el gobernador Ángel
Aguirre Rivero declaró días después que antes de ser asesinado, Lancert tuvo
una discusión dentro del penal.
Desde las nueve a la mañana hasta la tarde de este
miércoles, las inmediaciones al penal, ubicado al sur de Chilpancingo, fueron
resguardadas por elementos de la Policía Estatal y agentes de la Policía Estatal.
También arribaron elementos del Ejército, pero se mantuvieron en guardia
únicamente.
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