Tixtla
de Guerrero, Gro., 26 de mayo de 2013.-
“El
costo social de las guerras civiles del pasado obliga a los poderes de Guerrero
a construir un estado de derecho que garantice paz, gobernabilidad y bienestar
social”, aseguró el presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local,
diputado Bernardo Ortega Jiménez.
Agregó, que también se debe entender
que en una sociedad diversa, pluricultural y pluriétnica como la de Guerrero,
la expresión particular de los sectores no puede avasallar la voluntad
mayoritaria de la ciudadanía y menos vulnerar los derechos de terceros, por eso
se pronunció por buscar los acuerdos necesarios para construir una nueva
sociedad.
Lo anterior al pronunciar el discurso
oficial, a nombre de las y los integrantes la 60 legislatura del Congreso de
Guerrero, durante la sesión pública y solemne para conmemorar el Bicentenario
del Primer Congreso de Anáhuac, los Sentimientos de la Nación y la Declaración
de Independencia de la América Septentrional.
A esta sesión acudieron los
representantes de los Poderes Ejecutivo y Judicial, Florentino Cruz Ramírez y
Julio Lorenzo Jáuregui García, respectivamente, así como el presidente de este
municipio, Gustavo Alfredo Abarca Alcaraz.
El legislador señaló que aún falta
mucho por avanzar en la construcción del bienestar social y que, para ello, los
poderes públicos deben sumir con cabalidad la responsabilidad que les otorgaron
los guerrerenses.
El también coordinador de los
diputados perredistas, refirió que Morelos dejó un legado de civilidad y
acuerdo político sin precedente, establecido en los Sentimientos de la Nación, para
construir un México independiente con paz y tranquilidad, de ahí la idea de
honrar a quienes dieron la patria y libertad de los mexicanos.
En ese sentido, el legislador recordó
que este día se cumplen 202 años de aquella batalla librada por Morelos quien,
al mando de 600 hombres valerosos, tomó Tixtla que se encontraba en manos del
ejército realista.
Esta fecha no puede pasar
desapercibida porque la hazaña militar emprendida por Morelos resultó
estratégica para el movimiento insurgente en la lucha por la independencia de
México, acotó el legislador local, quien agregó que a 200 años de esa lucha,
ahora se debe librar una batalla constante, no armada sino política para
construir un México mejor.
Sobre la sesión solemne, Bernardo
Ortega acotó que no deben ser actos protocolarios de lucimiento institucional, sino
momentos de reflexión social, comunitaria que permitan entender con objetividad
la responsabilidad de todos por
construir un mejor país.
En su intervención el Secretario
General de Gobierno, Florentino Cruz Ramírez, manifestó que recordar la
toma de Tixtla, no puede reducirse a un mero sentimentalismo colectivo.
Manifestó que más allá de
posturas y diferendos ideológicos, religiosos y partidistas, los retos que como
nación y entidad que se tienen que superar necesitan del concurso de todos, sin
condiciones absurdas, oscuros extravíos, ni interpretaciones torcidas.
Y añadió que “nadie se
sienta excluido, ni quede fuera de la convocatoria del gobernador para
conducirnos siempre dentro del marco de la ley y del diálogo constructivo;
porque sólo unidos, edificaremos, con altitud de miras, el Guerrero que hemos
soñado y el México, que aquellos valientes de la Toma de Tixtla y durante toda
la Guerra de Independencia, siempre anhelaron”.
Por ello, convocó a anteponer
la fuerza de la razón; el diálogo que unifica y no la violencia que destruye
porque no hay otro camino para salir adelante.
Posteriormente, los
legisladores develaron una placa conmemorativa en el Cerro del Fortín.
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