Chilpancingo,
Gro., septiembre 10 de 2013 (IRZA).- Hasta las diez de la noche
de este martes trabajadores del Palacio de Gobierno permanecían retenidos por al
menos 500 integrantes del desaparecido Partido Revolucionario de los
Trabajadores (PRT) quienes exigieron atención especial para comunidades del
municipio de Copalillo, región Norte.
La manifestación que realizaron por la mañana los
integrantes de esa agrupación en esta capital, se salió de control pasadas las
ocho de la noche al grado de registrarse un conato de violencia en la explanada
“Vicente Guerrero”.
Trabajadores del Palacio de Gobierno, que pidieron
mantener en reserva su identidad, afirmaron que los manifestantes se
encontraban alcoholizados y amagaban con irrumpir en las oficinas para
agredirlos.
Dieron a conocer que la puerta de acceso era custodiada
por unos 200 manifestantes, mientras que en la explanada se encontraban al
menos otros 300, la mayoría, en estado de ebriedad.
“Están alcoholizados y no dejan salir a los trabajadores”, dijo una de
las trabajadoras al ser `consultada vía telefónica. Narró que algunos
compañeros intentaron brincarse la reja pero fueron agredidos con palos,
piedras y otros objetivos.
“Algunos tuvieron que trepar la reja de cuatro metros de alto más o
menos, pero a algunos compañeros los golpearon bien feo y hasta se burlaban,
están borrachos”, dijo aterrada la trabajadora, mientras en auricular se
escuchaban bullas y ruidos producidos por objetos metálicos.
“Algunas mujeres nos salimos por abajo de la reja pero nos patearon. Sí
hay algunos manifestantes que les dicen que no nos agredan pero no hacen caso.
Dicen que si podemos salir que no nos van a detener”, agregó.
La trabajadora comentó que los policías que custodian los accesos al
Palacio de Gobierno contribuyeron a las agresiones porque se negaron a cerrar
las rejas, a pedir refuerzos y a pasar el reporte a sus superiores para que
atendieran a los manifestantes. “Nadie hizo nada”.
Hubo madres trabajadores que suplicaron a los trabajadores que las
dejaran salir para ver a sus hijos y darles de comer, pero el esfuerzo fue en
vano, incluso les advirtieron que si continuaban insistiendo pasarían la noche
en sus oficinas.
Alrededor de las nueve y media de la noche, la trabajadora Juquino
Arima Miyatzawa posteó en las redes sociales: “Noooo, no puede ser. Me lleva,
otra vez me encerraron, ahora en palacio, están cerradas todas las puertas de
acceso, qué les pasa”.
… “Ahora quiénes son, ¿maestros? ¿Comunitarios? ¿Alguien
inconforme? Pues no me dejan salir y si intentan salir te agarran a patadas,
por Dios que suerte la mía ¿Acaso me tocará dormir en la oficina? ¿Me van a
quemar las instalaciones otra vez?, hayyyyyyyy (sic)”.
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