Chilpancingo, Gro., octubre 01 de 2013
(IRZA).- El ex
alcalde de este municipio, Héctor Astudillo Flores, dijo estar dispuesto a que
sus administraciones sea investigadas para detectar si autorizó licencias de construcción
de fraccionamientos en zonas de riesgo.
“Por
supuesto, estoy en la absoluta disposición que así sea”, afirmó este martes en
entrevista el también diputado local del PRI.
Aunque adelantó:
“No di ningún permiso a ningún fraccionamiento para que se construyeran casas
habitación en el tiempo que he sido presidente municipal”.
Manifestó que
el problema de Chilpancingo no surgió a raíz de los daños que causó la tormenta
tropical “Manuel”, sino en la “histórica circunstancia en que se construyó a
lado de un río, que robaron el espacio del rio. El río reclamó su espacio”.
Consideró que
las actuales y próximas autoridades municipales “deben ser muy rígidas para no
seguir permitiendo asentamientos porque Chilpancingo no sólo tiene problemas en
los ríos sino en los cerros”.
“De la
circunstancia que se vive es un momento importante para que todos los que
tenemos responsabilidades hagamos algo para que el problema se resuelva de
fondo”, añadió el legislador local.
Astudillo
Flores aseguró que “la tragedia ya pasó (sic), los daños están controlados,
ahora viene la reconstrucción, algunos se van a desesperar porque la reconstrucción
no va a ser tan rápido como esperaban”.
Pues comentó
que el crecimiento de la ciudad sigue siendo hacia la presa Cerrito Rico y no
hacia el sur y recordó que durante su periodo como alcalde planteó la
construcción de una presa antes de la presa.
Dijo que en
este momento lo fundamental es un relanzamiento de la presa en el cual se
incluyan trabajos de limpieza y desazolve para darle más profundidad y evitar
nuevos acontecimientos como el de Manuel.
Aunque
confirmó que la presa del Cerrito Rico tiene dueños y desde allí deben comenzar
los trabajos para identificarlos y que esa zona sea controlada por el gobierno
federal a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Cuestionado
sobre el retroceso que causó el fenómeno climatológico en la infraestructura
del municipio, Astudillo estimó un lapso de 30 años aunque consideró que las
tecnologías facilitarán la reconstrucción en menor tiempo.
Pero precisó:
“Los daños son incalculables en este momento, no hay manera de calcular cuánto
va costar la reconstrucción de Guerrero”,
incluso mencionó que la contingencia le hizo perder el ritmo al gobierno
federal.
“El gobierno
se volcó en Guerrero y muchos programas que se plantearon originalmente se
tuvieron que reacomodar como los de vivienda, de la Secretaría de Economía, de Trabajo
y Previsión Social y Secretaría de Desarrollo Social”, dijo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario