El berrinche criminal del alcalde con
licencia de Chilapa, Sergio Dolores
Flores convirtió su mitin de acarreados del martes en las oficinas del PRI
estatal en una epidemia que intoxicó gravemente a 660 niños, ancianos, madres
de familia y trabajadores del ayuntamiento, que solo logró atenderse a
tiempo con un masivo envío de médicos y medicamentos operado por el propio
secretario de Salud estatal, Lázaro
Mazón Alonso que salvó la crisis.
Ya desde ayer le contamos del pataleo de Dolores, que traicionó su
palabra de respetar los resultados de las encuestas aplicadas por encargo
de la dirigencia estatal priista, y se lanzó a tratar de torcer a su favor la
designación del candidato del PRI a diputado federal por el Distrito 06.
De ahí que Dolores quiso hacer una
“demostración de fuerza” llevando a
cientos de trabajadores del ayuntamiento de Chilapa y gente de algunas
comunidades cercanas a esa ciudad, para
presionar a su registro como aspirante a una candidatura que no le toca,
pues la decisión de la precandidatura recayó en el ganador de las encuestas, el diputado local con licencia, Héctor
Vicario Castrejón.
Y en el intento provocó el desaguisado: primero un caos vial al sur de esta ciudad por
el amontonamiento de gente y de más de 200 camionetas Urvan del servicio
público. No le importó. Luego ordenó
repartir comida putrefacta, que varias horas después generaron la intoxicación
masiva de 660 personas, varias de gravedad, que tuvieron que ser atendidas
durante toda la madrugada.
Lázaro
Mazón salvó a Chilapa de una tragedia…
Una vez que se supo de la gravedad de los
pacientes, el secretario de Salud,
Lázaro Mazón ordenó el traslado de médicos, enfermeras, especialistas en
epidemiología y en enfermedades gastrointestinales, montando un operativo de
atención en el hospital de Chilapa, el auditorio municipal y en otros
nosocomios, donde se revisó a todos los enfermos, se les aplicaron medicamentos
e incluso se recogieron muestras que fueron enviadas al Laboratorio Estatal de
Acapulco para conocer el tipo de virus que atacó a los acarreados por Dolores, quien no acertó a ayudar a nadie y
no dio la cara por la gente que lo acompañó a su mitin forzado. Sobre todo
porque de no haber habido atención
médica oportuna pudo haber fallecido gran cantidad de enfermos.
Inclusive ayer mismo, unas quince brigadas de la SSa recorrieron diversas comunidades
aledañas a Chilapa con el fin de detectar a más enfermos y brindarle
atención médica a quienes no pudieron trasladarse la noche anterior a la
cabecera municipal.
Hay que
reconocer que ese esfuerzo masivo, bien organizado, gratuito y eficiente fue
operado directamente por Mazón Alonso, quien no se retiró del lugar en toda la
noche. El titular de la SSa había solicitado permiso sin goce de sueldo para
asistir a la gira del precandidato del PRD a la presidencia de la república, Andrés Manuel López Obrador, pero dejó
la actividad política para atender en persona la emergencia.
Lo que nos deja dos ejemplos muy claros: uno de cómo se logra atender
oportunamente a la población cuando hay
voluntad política y vocación de servicio; y dos, de cómo la ambición personal de poder y la estupidez que destila en los
berrinches de políticos de rancho puede llevar a una tragedia que
afortunadamente fue impedida a tiempo.
quiere
hacer Sergio Dolores en busca de nuevos puestos para chantajear al PRI… Ahora dice un nuevo dicho local: “Ay Dolores, por tu placer, mil
dolores”.
Maestros de Ayotzinapa provocan nuevo conflicto…
Por mero capricho, porque quieren imponer ahora ellos al nuevo director de la Normal Rural de Ayotzinapa –al mismo que provocó el conflicto desde noviembre pasado-, los maestros de ese plantel se han negado a reanudar clases, creando un nuevo conflicto interno que podría revertirse contra ellos, tanto por las sanciones que se les deben aplicar, como porque de hecho le abren las puertas a nuevas movilizaciones de alumnos que nada más quieren pretexto para salir a las calles.
Los maestros ayotzinapos han visto la
tempestad y no se hincan. Si ya ocurrió un paro de tres meses, si la muerte de
dos alumnos fue el saldo que llevó a una crisis de gobernabilidad al estado, y
si está el riesgo cierto de que se pierda el año escolar, los docentes le están
dando la razón a los desórdenes de sus alumnos por una mera pugna de poder, por intereses personales. Porque tanto
alumnos como maestros piensan equivocadamente que pueden imponer a un director
a modo, cuando esa es solo facultad
legal de la SEG.
El tema del nombramiento del director –origen
del paro de alumnos y ahora de maestros- fue resuelto de una manera diplomática
y justa a iniciativa de la secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez, quien designó de manera temporal a Humberto
Santos –un académico respetado de la Universidad Pedagógica Nacional- como coordinador Académico de Transición, para
operar el regreso a clases y aplicar nuevas medidas académicas internas de
emergencia para salvar el año escolar.
La
designación es temporal y no implica que
Santos pudiera llegar a ser director efectivo, ya que el nombramiento del director se ha mantenido en la congeladora para
evitar mayores conflictos, y llevarlo a cabo en el mediano plazo con el
consenso general.
Sin embargo, el “director” nombrado el año
pasado y los ignorantes docentes de Ayotzinapa se dicen afectados y llevan dos
días de paro activo
–están en el plantel pero no dan clases-.
Como se ve, la inteligencia y la voluntad de reanudar el trabajo que importa, el
académico, están ausentes de la escuela más conflictiva de Guerrero y de
México. Y ustedes se preguntarán:
mientras el problema se vuelve a agravar ¿Dónde
ha estado el subsecretario de Educación Media Superior y Superior, Marcial
Rodríguez Saldaña? Pues de gira, en busca de una candidatura a lo que sea por
el PRD. ¿Tendrán que hacer su chamba otra vez la secretaria Romero y el
gobernador Angel Aguirre?
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