miércoles, 26 de junio de 2013

Pese a violencia hospitales y personal prestan sus servicios; afirma Mazón

Chilpancingo, Gro., junio 25 de 2013 (IRZA).- En una reunión de trabajo con diputados locales, el secretario de Salud del gobierno estatal, Lázaro Mazón Alonso, aseguró que ningún hospital ha cerrado sus puertas y mucho menos ha negado atención médica por la violencia e inseguridad.

Precisó que el único hospital que cerró temporalmente sus puertas fue el de Teloloapan el pasado 28 de mayo de las 11 de la noche a las seis de la mañana porque ingresó una persona herida de bala, acompañada por hombres armados.

Reconoció que médicos y enfermeras de la región Montaña y Sierra le han solicitado su cambio de adscripción al puerto de Acapulco argumentando el problema de la inseguridad pero aclaró: “Acapulco tiene más inseguridad que la Montaña y la Sierra”.

En entrevista también aceptó que personal de vectores no quiere entrar a algunas colonias de Acapulco por la inseguridad, “no es que este impedido, que nos pongan una barricada para que no pasen; es que a veces nuestro personal de salud no quiere entrar en determinadas colonias. Por ejemplo en la región que va hacia Pie de la Cuesta hay una o dos colonias que no quieren ir”.

Durante la reunión de trabajo de este martes con diputados locales realizada en la sala José Francisco Ruiz Massieu, Mazón Alonso explicó que las muertes martes han disminuido considerablemente en los dos primeros años de la actual administración estatal.

Informó que a la fecha tienen un registro de 18 muertes materas, 12 menos que el año pasado. Refirió que durante las últimas cinco semanas no se ha registrado ninguna y que en el municipio de Chilapa, que encabezaba la lista, no hay registros.

Comentó que esa disminución se debe a la eficiencia del servicio médico en las zonas más apartas y a la contribución de la Escuela de Parteras de Tlapa, región Montaña, así como el excelente trabajo que realizan médicos y enfermeras en hospitales y centros de salud.

“Generalmente no se detecta a tiempo un embarazo de alto riesgo por eso es importante el primer nivel de atención que son los centros de salud, y al detectarse a tiempo se atiende y por eso ha ido disminuyendo y cada año son menos las muertes maternas”, afirmó.

El funcionario estatal precisó y aclaró las dudas que en particular planteó el diputado perredista Germán Farías Silvestre y quien acusó que la muerte de la joven Areli Portillo Alejo, en enero de este año en el Hospital del Niño y la Madre Guerrerense de Chilpancingo, se debió a una presunta negligencia médica.

Mazón Alonso le aclaró que la joven de 23 años presentaba un embarazo de siete meses y que su ingreso al hospital fue por un cuadro de dengue hemorrágico y quien necesitaba una transfusión sanguínea pero que sus familiares, predicadores de los testigos de Jehová, impidieron que se le realizara debido a sus creencias.

Adiel Medina Bello, director general del Hospital del Niño y la Madre Guerrerense de Chilpancingo, quien asistió a la reunión de trabajo, explicó que el 29 de diciembre del 2012, Areli Portillo fue ingresada al Hospital General de Coyuca por dengue hemorrágico y alternaciones sanguíneas derivado de su padecimiento y que puso en riesgo su vida y la del producto por lo cual fue sometida a una cesárea y se encontraba en estado delicado.

Presentaba complicaciones renales, pulmonares, cardiacas, hepáticas y circulatorias y que de acuerdo con los especialistas, requería transfusiones de litrocitos, plaquetas y plasma, pero que sus familiares se negaron por su creencia religiosa, lo que finalmente derivó en su muerte.

Al respecto Mazón Alonso agregó que incluso la paciente les confirmó por escrito su negativa a recibir transfusión sanguínea, la cual fue notificada a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y a la Comisión de Defensa de Derechos Humanos (Coddehum).

Además leyó un documento escrito por Daniel Torres Santana, esposo de Areli Portillo, y validado por el Comité de Enlace con los Hospitales de los Testigos de Jehová de Chilpancingo en el que reconocen la buena atención que recibió la paciente del personal médico y expresaron su agradecimiento por “haber respetado las creencias religiosas de la familia”.

Tras exhibir los documentos que avalan el caso en particular y de la amplia explicación de los funcionarios estatales, el legislador perredista no argumentó más pero tampoco pidió disculpas por haber generado la confusión.


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